¿Te permites sentir?
Nunca debemos olvidar que por muchos vídeos, frases motivacionales o consejos que podamos recibir, la acuarela de la vida posee una escala de colores que debemos utilizar para darle sentido a la existencia y contenido a nuestra vida, incluidos los claros, los oscuros, los colores y los grises.
Las emociones y los sentimientos poseen una función tan vital y necesaria como cualquier otra cosa que ha creado la naturaleza y es importante conocer su función y su utilidad, por mucho que el ser humano siempre trate de eliminar todo aquello que le genera malestar o miedo.
¿Qué haces entonces cuando necesitas llorar para desahogarte?
¿Qué deberíamos hacer cuando nos duele algo y necesitamos expresar ese dolor?
Cuando un niño o niña se cae, ¿por qué corremos rápido a tapar ese dolor como si fuera algo que debe permanecer oculto o ignorado?
Sí, a veces lo único que necesitamos es que nos dejen liberar el dolor, vivir el luto sin necesidad de disimular o llorar para quitarnos esa presión en el pecho. A veces sólo necesitamos que nos escuchen sin necesidad de obtener una respuesta o solución, solamente que nos acompañen, sólo hay que ESTAR, sin hablar, sin dar consejos, usando el silencio y el abrazo que son, en realidad, el verdadero lenguaje del corazón.
Los sentimientos, las emociones, las reacciones, las sensaciones, todo eso que nos hace “humanos” es algo que debemos expresar porque es tan necesario como respirar, aunque tenga un gusto amargo, porque es un camino de aprendizaje tan válido como otro para crecer, para hacerse más fuerte y para ser más consciente, aprendiendo a dialogar con eso que sentimos y siendo capaces de decir: ¡Voy a escuchar este dolor, voy a permitirme sentirme como me siento, para ver qué enseñanza hay tras esa sensación!
No se trata de reprimir e ignorar lo que llevamos dentro, se trata de no convertir esas sensaciones en un hábito, algo que predomine todos los días en tu vida y te acabe definiendo.
Incluso para sufrir, cada uno de nosotros tenemos un límite y una vez lo alcanzamos, tenemos el poder de decidir dejar de sentir tristeza, dejar de sufrir o dejar de tener conmiseración con uno mismo, saliendo de ese túnel en el que entraste y en el que puedes decidir salir cuando así lo sientas.
¿Nunca has aprendido algo de esos momentos?
¿Esta vida llena de personas con aires de salvación te permiten sentir y liberar todo lo que llevas dentro?
Sí, el camino para alcanzar la felicidad pasa por transitar caminos tan difíciles como la valentía, la voluntad o la sinceridad, donde llegados a ese punto uno pueda decir: Sí, en ocasiones me permito estar triste, enfadado, aburrido o apático porque incluso bajo ese prisma de colores me permito ser, me permito sentir, me permito evolucionar y crecer.
* Por favor, si comparte, respete la autoría del artículo, gracias.
Prof. Denis Astelar www.academiahermes.com
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